sábado, 19 de mayo de 2012

Los obreros de Texas

San Antonio remontó una desventaja de 24 puntos, derrotó a Clippers por 96 a 86 y se puso 3 a 0 en la serie. El domingo puede liquidar la historia y meterse en la final del Oeste. ¿Manu? 13 puntos y seis asistencias. Photobucket Photobucket Photobucket Photobucket
Es difícil explicar el partido que ganó Spurs. Porque perdía por 24 puntos. Porque lo estaban bailando y ni siquiera mostraba capacidad de reacción. Pero esta versión de San Antonio sorprende a cada paso. Y no sólo levantó la diferencia, sino que además se adueñó del trámite y terminó ganando con comodidad por 96 a 86. De esta manera dejó la serie ante Clippers 3 a 0 y este domingo podrá sentenciar la historia, de vuelta en Los Angeles (23.30, hora argentina).
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El arranque no pudo ser peor para el equipo de Popovich que cerró el primer cuarto 33-11 abajo, con un rendimiento colectivo pésimo y sufriendo a un Griffin letal (14 puntos en ese lapso). Parecía que la historia se cerraría rápido. Porque la ventaja era mucha (24, a nueve minutos del segundo chico) y la cercanía con el cuarto punto obligaba a considerar seriamente el tema de la rotación. No obstante, nada de eso sucedió. Con un buen ingreso de Ginóbili, San Antonio recuperó la paciencia y comenzó a jugar un partido sin mirar el tablero. Y empezó a rebajar la diferencia. Y se fue al entretiempo a diez (53 a 43). Todo un síntoma de lo que vendría…
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Tras el descanso, se resolvió el trámite. Spurs metió un parcial letal de 24 a 0, forzó a los Clippers a tirar 0-13 de cancha y a no anotar durante ocho minutos y se adueñó de la ventaja, para incluso sacar ocho (69 a 61). Y una vez que toma el liderazgo es muy difícil que este equipo lo pierda. Con criterio para resolver ofensivas y un excelente desgaste sobre un frustrado Paul (5-17 de cancha), fundamentó su trabajo con defensa (brillante Duncan) y bajó la persiana con un gran cierre de Parker y Manu.
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El bahiense terminó con 13 puntos (3-6 dobles, 1-3 triples y 4-5 libres), más seis asistencias, cuatro rebotes y tres pérdidas en 30 minutos. El goleador de los texanos fue el mencionado Parker con 23 tantos (diez asistencias), mientras que en el local se lució Griffin con 28 y 16 rebotes. Nunca un equipo NBA levantó un 3 a 0 en Playoffs.


Duncan y Parker enseñan a los Clippers lo que son los 'playoffs'

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Los San Antonio Spurs, liderados una vez más por Tim Duncan y Tony Parker, demostraron que saben cómo jugar los 'playoffs' y a base de defensa y acierto pusieron el 3-0 en la eliminatoria que les enfrenta a los Clippers tras imponerse por 86-96. Los angelinos llegaron a dominar el marcador por 40-17, pero se dejaron remontar en un tercer cuarto desastroso.
Corría la mitad del tercer cuarto cuando, tras luchar un rebote, Blake Griffin se lamentaba por un balón perdido. Era la imagen de un partido que los Clippers habían tenido en la mano y que se les había escapado a tal velocidad que cuando quisieron reaccionar ya no había tiempo.

El Staples, lleno hasta la bandera por segundo día consecutivo, empujaba a los suyos desde el inicio de un partido vital para los intereses de los Clippers. Blake Griffin lo sabía y desde el inicio del mismo tomó las riendas de un equipo que estaba contra las cuerdas. El 'Cyborg' demostró por qué es el jugador franquicia y bajo su liderazgo, los angelinos comenzaron a sonar como una orquesta en plena sinfonía y dejaban claro a los Spurs que no querían terminar la eliminatoria por la via rápida.
Con Griffin inspirado de cara al aro rival, parecía que nada ni nadie podía parar al 'hermano pobre' de Los Ángeles, una ciudad que estos días vive con el corazón dividido. Los Clippers se apuntaban el primer parcial de la noche por un contundente 11-33 que hacia presagiar un auténtico vendaval en forma de contraataques y mates (seña de identidad de este equipo) con los tejanos como espectadores de excepción de una auténtica exhibición. Una tendencia que no iba a cambiar al comienzo del segundo cuarto, cuando los Clippers llegaron a tener hasta 23 puntos de ventaja con un contundente 17-40.

Nada hacía pensar en el cortocircuito que se produciría poco después. O más bien en la reacción de los de Popovich. Fue como si hubieran dado cierta ventaja a sus rivales, seguros de poderles ganar pasara lo que pasara. El general tejano tocó a rebato y sus tropas se pusieron el traje de batalla para frenar la sangría. No había más que decir. Liderados por Duncan y por Parker los Spurs cerraban filas y con una defensa de manual cerraban el grifo de los Clippers y habilitaban a sus hombres más talentosos para rematar el trabajo.
La misión costó un poco más de lo que a Popovich le habría gustado. Sin embargo, mediado el tercer cuarto el vendaval angelino se había transformado en un huracan de las llanuras de Texas y ahora eran los de San Antonio los que pasaban por encima de su rival, llegándose a poner con 10 puntos de renta gracias a un parcial de 24-0 que dejó muy tocada la moral de Griffin y compañía. Conscientes de que aún quedaba un mundo por jugarse y con el ejemplo reciente de lo que le había pasado a su rival, los de Pops decidieron pisar el freno y contemporizar el choque. Algo que, por otra parte, se les da de maravilla.
Así comenzó el último cuarto. Con los Clippers remando contracorriente y con los Spurs manejando el choque a su antojo y demostrando, una vez más, que son un equipo hecho para jugar este tipo de partidos.Con sus 'viejas' glorias viviendo una segunda juventud era cuestión de tiempo que la balanza terminase de inclinarse de su lado. Sobre todo si Tony Parker toma el mando. El francés llamó la atención de los focos a falta de seis minutos y con cuatro puntos consecutivos cortaba cualquier intento de remontada angelina (84-72).

Fue el final para los Clippers, que aunque se apretaron los machos en defensa, no consiguieron hacer daño en ataque.
Y no lo hicieron, sobre todo, porque los Spurs, veteranos en estas lides, eligieron a Reggie Evans como la víctima propicia a la que llevar, jugada tras jugada, a la línea de tiros libres. Evans hizo honor a su promedio (52% en toda su carrera, el quinto peor de la historia) y con cada tiro libre marrado veía cómo a su equipo se le escapa la oportunidad de poner algo de picante a una serie que parece decantada a favor del equipo que mejor sabe jugar este tipo de partidos y que ayer volvieron a dar una lección sobre cómo manejar estas eliminatorias.

FUENTE: http://www.marca.com/2012/05/20/baloncesto/nba/noticias/1337466470.html

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